La elección del Consejo Nacional del Partido Acción Nacional se convirtió en la última palada para la tumba política del actual dirigente estatal de este partido en Tamaulipas, Francisco Javier Garza de Coss.
Candidato a consejero nacional en La XXI Asamblea Nacional Ordinaria de ese partido en la que eligió a los nuevos integrantes de ese órgano colegiado, Garza de Coss quedó fuera del grupo de 150 nuevos miembros electos.
Con este fallido intento por permanecer en el consejo nacional, Garza de Coss parece haber sellado su azaroso destino político, que se inició cuando fue el depositario de todas las rivalidades y enconos en contra del actual diputado local panista Francisco García Cabeza de Vaca, que lo llevaron a convertirse en presidente del PAN en Tamaulipas.
Nunca pudo entender que su arribo a la dirigencia del partido fue meramente circunstancial y no pudo en consecuencia trascender el origen mezquino de su encargo partidista. Por eso desde el momento mismo de su llegada a esa representación estatutaria inició también su desgracia política.
Este año, el Comité Ejecutivo Nacional le sacó de las manos la conducción del proceso interno para la selección de candidatos para la elección local del 4 de julio en Tamaulipas, en la que se eligen gobernador, diputados locales y ayuntamientos.
El penúltimo de sus fracasos lo sufrió cuando pretendió convertirse en candidato a diputado local de representación proporcional en este proceso. A pesar de sus afanes y actos de desesperación para que lo incluyeran, la dirigencia nacional panista simplemente lo ignoró.
Ahora, a pesar de tener la representación legal del partido en el estado, aunque desposeído de la influencia que este cargo puede dar, Garza de Coss a lo más que pudo llegar es a ver su foto y su nombre impreso en las boletas de elección de consejeros nacionales.
Que tan mal anda que hasta un oportunista de la política como el ex diputado local panista, Rodolfo Santos Dávila, el sábado 22 de mayo consiguió que lo eligieran consejero nacional del partido.
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