Tras el avasallamiento que el CEN del PAN operó en Tamaulipas para la designación de candidatos, que provocó diversas reacciones de rechazo, la mayoría sin mayores consecuencias por tratarse de meras expresiones personales, el panismo tamaulipeco fue sumido en un desorden de proporciones mayúsculas.
En Reynosa, esta situación generó conflictos internos que llevaron al desprendimiento de uno de los precandidatos a la presidencia municipal que ahora puso en situación de alto riesgo al partido en la elección de Ayuntamiento.
El ex diputado federal panista, Raúl García Vivian, tras renunciar a la candidatura del PAN por el Séptimo Distrito, que le habían dado como premio de consolación, a tres días de vencer el plazo de registro de candidaturas reapareció ya como virtual abanderado del Partido Convergencia a la presidencia municipal de esta frontera.
Independientemente de las razones expuestas por el propio García Vivian para haber aceptado esa candidatura tan solo 48 horas después de entregar su escrito de renuncia a ser registrado como aspirante a diputado local, sobre él ya pesa la sospecha de participar con Convergencia para fraccionar el voto de la oposición ya que en Reynosa se perfilaba la polarización electoral entre el PAN y el PRI.
Hay antecedentes de este escenario. El actual candidato al gobierno de Tamaulipas del llamado partido naranja, Alfonso de León Perales, carga sobre si el señalamiento de haber negociado su participación como candidato a la presidencia municipal de Reynosa, postulado por la coalición PRD-PT en el proceso local del 2007, para restarle votos y reventar al candidato panista Gerardo Peña Flores. Cosa que finalmente ocurrió.
Obviamente, de León Perales ha negado insistentemente la versión de que en ese entonces, a cambió recibió varios millones de pesos. En el 2004, Norma Martínez, panista que se convirtió en candidata del PRD a la presidencia municipal ese año de elecciones locales, también fue objeto de este tipo de señalamientos.
Tras ganar el PRI la elección de Ayuntamiento, en los primeros meses del sexenio de Tomás Yarrington Ruvalcaba, gobernador electo en ese proceso, fue designada jefa de la Oficina Fiscal del Estado en Reynosa, lo que para muchos fue la confirmación de esa versión.
Ahora, pocas horas después de conocerse que García Vivian será registrado como candidato del Partido Convergencia a la presidencia municipal de Reynosa, fluyeron rumores de que su participación tiene el propósito de minimizar las posibilidades electorales del PAN.
Quienes lo divulgan dicen que el también ex dirigente municipal del PAN en Reynosa forzó la firma de un instrumento notarial mediante el cual se aseguró de que quienes negociaron con él su registro por ese partido, le cumplan las contraprestaciones ofrecidas.
Incluso le ponen números al negocio. Nueve millones de pesos en una sola exhibición y 50 mil pesos mensuales durante tres años.
El virtual candidato naranja dirá: Son rumores, y podrìa agregar, de militantes panistas. Seguramente de esto y de otras cosas, incluso peores, escucharemos en las campañas polìticas.
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