Las últimas 24 horas del mes de abril, a los niños de este país se les dedican eventos especiales de autoridades de los tres órdenes de gobierno y también son motivo de sentimentales discursos sobre la necesidad de construir un mejor México que heredarles.
Generaciones anteriores de servidores públicos, incluida a la nuestra, han ofrecido lo mismo. Pero como del dicho al hecho hay mucho trecho, la ineptitud y más seguramente las conductas corruptas, que no salieron de Los Pinos en el 2000, han enmierdado al país con las recurrentes crisis económicas y sus desastrosas consecuencias.
En el 2008, de acuerdo con cifras del Inegi, en México había casi cuatro millones de niños que realizaban alguna actividad económica. El 37.5 por ciento – un millón y medio- no asistía a la escuela. Pequeños a los que la realidad les robo esa inocencia con la que se trata de caracterizar a esta etapa de la vida.
De ese grupo de menores incorporados a las actividades económicas, poco más de la mitad, 52 por ciento, eran trabajadores remunerados. El resto trabajaba sin pago alguno. Lo más grave del asunto es que se encontró que el 15 por ciento de los hogares con niños ocupados en actividades económicas, el jefe de familia no trabajaba.
Los principales motivos por los que esos niños trabajaron fueron: El 11.4 por ciento debido a las apremiantes necesidades del hogar, 27.7 por ciento porque su familia necesitaba que trabajara, el 29 por ciento para pagar los gastos de la escuela o cubrir sus necesidades particulares. El resto lo hacía para aprender un oficio.
De los cuatro millones de niños ocupados ese año, el 35.5 por ciento – un millón 420 mil, trabajó 35 o más horas a la semana. El 49 por ciento trabajaba en el sector comercio y de servicios, 29 por ciento en actividades agropecuarias y 20.1 por ciento en la industria manufacturera y de la construcción.
El cuadro resulta preocupante, pero si se agregan otros datos vemos que la situación de la niñez mexicana es muy vulnerable. Discordante con el ambiente festivo que se pretende construir en torno a ella, el día especialmente dedicado a ese propósito.
De acuerdo con el Inegi, entre 1995 y 2007 casi se triplicaron las denuncias por maltrato infantil hasta llegar a 44 mil. El 37.6 por ciento se referían a maltrato físico, el 26.8 por ciento en el incumplimiento de las obligaciones en su cuidado y el 26.6 por ciento estuvieron relacionadas con abuso emocional en contra de menores.
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