miércoles, 21 de julio de 2010

CONAGUA: FUE TETE

Segundo Informe de Labores
La crecida del Río Bravo, provocada entre otras causas por la liberación de aguas de presas nacionales del noreste del país,  además de la afectación a miles de personas de zonas inundadas en poblaciones fronterizas de Tamaulipas, originó severos reclamos a la Comisión Nacional del Agua.

Legisladores federales y locales de Tamaulipas, además del gobernador Eugenio Hernández Flores y varios de sus subordinados, acusan a la dependencia del gobierno federal de haber manejado negligentemente el sistema de presas de esta región.

El principal argumento de los detractores de los responsables de la Conagua, es que a pesar de que las presas El Cuchillo y La Amistad estaban a toda su capacidad de almacenamiento desde el mes de mayo, no se desfogaron ante la inminencia de la temporada de huracanes.

Esa omisión, tras las intensas lluvias remanentes de Alex, provocó finalmente la crisis que se vive en el norte de Tamaulipas por el crecimiento extraordinario de la corriente del Bravo.

Y si. Definitivamente quienes manejan el organismo dependiente de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales pueden tener responsabilidades.

Por ejemplo, de los más de 60 planes de  Emergencia de Inundación de Corrientes Problemáticas, llama la atención de que en el estado de Tamaulipas solo se hayan realizado dos hasta la fecha: Uno relacionado con el Río Purificación y el otro para el Río Guayalejo.

Pudiera pensarse que los ríos nacionales que sirven de cauce para el desfogue de las presas del noreste o que el embalse de las aguas del Bravo disminuyen los riesgos de inundaciones, en esta situación extraordinaria ya estamos viendo que no es así.    No hay un solo plan para el norte de Tamaulipas.

Estos planes de emergencia incluyen actividades para la identificación de corrientes que ponen en riesgo de inundación a ciudades y localidades; detección de zonas factibles de sufrir inundaciones; determinación de tránsito de avenidas de las corrientes problemáticas; determinación de tiempo disponible para emitir los parámetros de alertamiento y evacuación de zonas de riesgo de inundación, entre otras 

Además,  el reglamento  de la Ley de Aguas Nacionales obliga a la Comisión Nacional del Agua a realizar los estudios necesarios que permitan clasificar las zonas inundables asociadas a eventos con  diferente probabilidad de ocurrencia, en atención a los riesgos que presentan a corto y largo plazos.   

Por si fuera poco, el reglamento señala que la Conagua debe  establecer un sistema de pronóstico y alerta contra inundaciones y organizar la formulación de planes regionales de operación para aminorar los daños por inundación e implantar las medidas de emergencia conducentes.

Desde el inicio de la contingencia provocada por el Huracán Alex se notó la terrible negligencia de los responsables de distintas aéreas de Conagua.

Para empezar ¿donde andaban cuando se obstruyó el cauce del Río Santa Catarina? ¿Por qué se permitió la ocupación del canal de alivio mexicano del Río Bravo  con un tramo de la autopista Reynosa-Matamoros?

¿Dónde quedó entonces el pinche programa de control de avenidas y protección contra inundaciones?     

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