El Senado de la República acordó solicitar a la Comisión Organizadora de la Conmemoración del Bicentenario del Inicio del Movimiento de Independencia Nacional y del Centenario del Inicio de la Revolución Mexicana, que incluyan a Dolores, Hidalgo dentro de las celebraciones del inicio de la independencia de México.
La Comisión Permanente aprobó un dictamen para que se incorpore a ese municipio guanajuatense por la simple y sencilla razón de que ahí fue donde inició el movimiento independiente de la Nueva España. Los senadores consideraron imprescindible su inclusión en dichas actividades.
El dictamen aprobado plantea la queja de las autoridades del Ayuntamiento dolorense en el sentido de que los gobiernos estatal y federal han gastado mil 800 millones de pesos en el santuario del Cerro del Cubilete.
El promovente de la iniciativa, el senador Francisco Agustín Arroyo Vieyra, dijo que ese gasto “tiene que ver más con raigambres fundamentalistas religiosas de una secta de ultratumba llamada Yunque, que con la celebración cívica, laica y libertaria”.
Hay que recordar que en 1926 durante la Guerra Cristera el presidente Plutarco Elías Calles ordenó la destrucción de la estatua original del Cristo Rey colocada en lo alto del cerro, símbolo de grupos laicos y religiosos católicos que en esa época rechazaron las restricciones constitucionales a las iglesias. En los años 40 se construyo la estatua actual.
Durante la sesión en la que se aprobó el exhorto al presidente de la comisión de organizadora, José Manuel Villalpando –quien según el senador Arroyo Vieyra califico de “revoltosos” a las autoridades de Dolores, Hidalgo- se acusó al gobierno federal de restarle importancia a las fiestas conmemorativas por razones ideológicas.
El diputado Cesar Augusto Santiago Ramírez recordó que cuando el ahora presidente Calderón era dirigente nacional del PAN “fue al Ángel de la Independencia en una ceremonia del grito y con todo el poder de su presencia panista dijo: ¡Viva Agustín de Iturbide! Está escrito ¡Viva Agustín de Iturbide!”
Más allá de que hay razón para pedir que incluya al municipio de Dolores Hidalgo en la agenda de las festividades y de la imputación de que el gobierno las manipula ideológicamente, el asunto de fondo es que el 2010 debe recordarnos que la injusticia social en este país tiene raíces centenarias.
Ahí están las cifras. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social reconoce que el número de mexicanos en condiciones de pobreza alimentaria podría ser de 22.3 millones. Una persona es considerada un pobre alimentario si su ingreso mensual es de menos de 949 pesos en áreas urbanas y de 707 pesos en el área rural.
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