martes, 31 de agosto de 2010

DIPUTADOS PRIISTAS: ¿ES REAL SU REALIDAD?


Los políticos viven una realidad distinta a la del resto de la población del país.    Se afanan al pretender que la gente piense que si están preocupados por lo que ocurre al resto de los mortales.  Así, intentan vender su imagen con propuestas, deseables sí, pero que ignoran lo que realmente ocurre en el país.
Tal es el caso de la intención del diputado federal tamaulipeco, Baltasar Hinojosa Ochoa, quien  trae a cuestas la tarea de replicar el interés de los legisladores del tricolor en la Cámara baja por modificar la constitución para que la educación media superior tenga carácter obligatorio y que sea gratuita.
Bien vale la pena sugerirle al ex alcalde de Matamoros que  antes, al menos en el caso de Tamaulipas,  debería en todo caso poner sus esfuerzos en una mejor causa:  Que la educación básica efectivamente sea gratuita.
Parece como si no supiera que en las escuelas públicas del estado se cobran cuotas mal llamadas voluntarias para permitir  el ingreso o la reinscripción a los alumnos.   Parece que ignora que en aquellos casos en que el padre de familia  no las paga, los directivos o maestros simplemente se niegan a recibir a sus hijos.
Este perverso sistema de captación de recursos tiene entonces un extremo gravísimo: La suspensión de los derechos constitucionales de los niños.  La mezquindad de los maestros  se convierte en  verdaderas arbitrariedades.  
Lo que en realidad es un negocio con la educaciòn pùblica està garantizado porque el temor  de que sus hijos se queden sin escuela, lleva a los padres a doblegarse ante tales abusos.
En Reynosa esa situación, en algunos casos la debió resolver un juzgado federal en virtud de que los papás de los menores buscaron la asesoría legal del actual dirigente del PRD, Alfredo Castro Olguín, quien  por la vía del juicio de amparo ha logrado que decenas de alumnos disfruten de esa garantía constitucional .
Primero entonces, que los diputados se conecten con la realidad que priva en las escuelas públicas de educación básica.  Después, que busquen que efectivamente tenga la gratuidad que señala la constitución.
Luego, si aún les interesa, que busquen que la educación media superior tenga el mismo tratamiento constitucional.

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