En su mensaje con motivo del aniversario de la fundación del Partido Acción Nacional, su dirigente César Nava Vázquez hizo un recuento entendiblemente optimista del papel que en la vida nacional ha desempeñado su partido desde hace siete décadas.
Un recuento que construyó mediante un ejercicio de contraposición basado en las descalificaciones que le aplicó al sistema político derivado de la revolución y del que surgió el PRI. Relacionó a este partido con “regresiones autoritarias”, con “el gobierno revolucionario (que) nació desde el poder para conservar el poder” y con “desiertos ideológicos, desiertos generados por la dictadura de los señores feudales”
“Nuestra historia reciente, por otro lado, ha dejado en claro que el abandono de la convicción democrática lleva a regresiones políticas graves, como fue el establecimiento de un partido único que se perpetró en el poder, durante prácticamente tres cuartos del siglo pasado.”, dijo.
Sin embargo, su discurso de ofrecimiento por los 71 del PAN perdió consistencia cuando se refirió a lo que definió como buenos resultados del gobierno federal desde el año 2 mil en que ganaron la Presidencia de la República.
“En lo económico, los gobiernos del PAN han mejorado sustancialmente el ingreso y la calidad de vida de los mexicanos: El Producto Interno Bruto por habitante se ha incrementado un 49% durante los dos gobiernos panistas respecto de los últimos dos últimos gobiernos del PRI, al pasar de $8,380 dólares por persona en promedio, a $12,499”.
Puede ser que sí, pero promediar la generación de riqueza para describir avances econòmicos se circunscribe solo a una cuestión numérica. Precisamente uno de los problemas estructurales del país es la injusta distribución de la riqueza. Desde antes y después del PAN en Los Pinos, la inequidad social sigue siendo brutal en el país.
Nava Vázquez refirió que hace diez años cuando el PAN ganó por primera vez la presidencia, “39.3 millones de mexicanos eran beneficiarios de algún sistema de salud. Los dos gobiernos panistas han más que duplicado esta cobertura. Hoy, 82 millones de mexicanos tienen acceso a la salud pública”
El dirigente nacional panista dijo que en el año 2000, “poco menos de 2.5 millones de familias eran beneficiarias del programa Oportunidades, entonces Progresa… Nuestros dos gobiernos, el del ex Presidente Fox y el del Presidente Calderón, han más que duplicado la cobertura del programa Oportunidades. Hoy en día, 5.8 millones de familias, de mexicanos, son atendidas por este programa, no solamente en el campo, sino también en las ciudades.”
Es cierto, pero no hay que perder de vista que estos programas son meramente asistencialistas. Ayudan a la gente a mitigar algunas de sus más grandes carencias, pero en realidad no atienden las causas estructurales de la marginación en la que viven.
Son ayudas que se entregan a quienes por si mismos no pueden satisfacer sus requerimientos alimentarios, de habitación, educativos y de atención a la salud. No propician que las personas puedan desarrollar sus capacidades. Peor, este tipo de política social genera siempre una situación de dependencia entre quienes los reciben.
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