lunes, 20 de septiembre de 2010

LOS SISMOS DEL 85: LA SOCIEDAD SE HIZO CARGO

 Al cumplirse 25 años de los Sismos de 1985, ocurridos el l9 de septiembre de ese año,  que devastaron la capital del país y que causaron miles de muertes – 7 mil según cifras oficiales y 26 mil según organismos internacionales-  desde la cúpula del poder se hicieron llamados a la unidad de los mexicanos.

El presidente Felipe Calderón, al referirse a los trágicos hechos de hace un cuarto de siglo,  hizo un llamado a la unidad al pueblo de México “para que con trabajo colectivo se superen los retos que nos tocaron vivir, como un México que no se arredra ante la adversidad y encuentra caminos para salir adelante”.

El primer mandatario señaló que los sismos de 1985 “despertaron el México de la solidaridad, de la fraternidad y una nación más humana”.  Convocó a poyar con “unidad y eficacia” a los damnificados por los desastres naturales ocurridos recientemente en el país.”

El presidente Calderón tiene razón.   El pueblo mexicano no se arredra, es solidario, generoso, fraterno y muy humano.  Aunque no necesita de ser llamado para hacerle frente a la adversidad.  No espera a ser convocado para luchar contra el infortunio. Los Sismos de 1985 son la muestra de esa nobleza, de la enorme capacidad de entrega de los mexicanos.

Ante la criminal ausencia de respuesta del gobierno del entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado,  la gente como pudo se organizó para la búsqueda de víctimas del terremoto.  Miles contribuyeron en la medida de sus posibilidades en los esfuerzos de localización y rescate de sobrevivientes.

A mano movían los escombros de las construcciones destruidas.  Otros facilitaron sus vehículos para que se utilizaran como unidades de auxilio.  Todos hacían casi de todo en ese esfuerzo colectivo.  Con más empeño que recursos fueron rescatadas más de 4 mil personas que sobrevivieron bajo los escombros.

Ante el pasmo de las autoridades la sociedad se hizo cargo de las labores de rescate.   La incompetencia del gobierno fue sustituida por la gente.  De la Madrid Hurtado tardó tres días para dirigirse a la nación. Sin embargo esta no lo necesitaba, no lo había necesitado para enfrentar tan enorme tragedia.  

De esa organización espontanea surgió un grupo de voluntarios que coordinaba las acciones de búsqueda y rescate de las víctimas del terremoto.  Los empezaron a llamar “Los Topos”. Tras esa experiencia, un año después se constituyeron legalmente como la “Brigada de Rescate Topos Tlatelolco, Asociación Civil.  A la fecha siguen participando en labores de rescate en todo el mundo.

Si, efectivamente, el pueblo mexicano es esforzado, generoso, valiente, entregado, especialmente frente a los retos más arduos.  Con o sin sus autoridades.

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