martes, 7 de septiembre de 2010

¿SE MURIERON? : PERDON FUE UN ERROR


El domingo 5 de este mes en Escobedo,  Nuevo León, siete integrantes de la familia León Castellanos, quienes regresaban de una fiesta a su domicilio fueron baleados por elementos del Ejército Mexicano.


En los hechos murieron Vicente León Ramírez y su hijo de quince años Alejandro León Castellanos.  Los otros cinco miembros de la familia resultaron heridos.   

El incidente ocurrió cuando León Ramírez, quien conducía el vehículo en que se desplazaban, rebasó un convoy militar.  De acuerdo con los sobrevivientes en ningún momento  escucharon ni vieron señal alguna para que se detuvieran.

Ignorar esta supuesta orden fue suficiente para que soldados asignados a la Séptima Zona Militar abrieran fuego contra el Chevrolet Malibú en que viajaba los León Castellanos.

El secretario técnico del Gabinete de Seguridad, Alejandro Poiré, también vocero de Seguridad de Presidencia de la República, con relación a esta agresión señaló que ocurrió luego de que el vehículo de la familia León  “rebasara a unidades de una base de operaciones mixtas que le instruyeron a detenerse sin que esto ocurriera”.

En tanto la Secretaria de la Defensa Nacional reconoció que fue “un lamentable error” la muerte de León Ramírez y de su hijo ocurrida al desobedecer la orden de detenerse en un retén, en la carretera Monterrey-Nuevo Laredo.

Ni las lamentaciones y disculpas de funcionarios del gobierno federal devolverán la vida a los muertos. Tampoco servirá de nada a los sobrevivientes que el presidente Felipe Calderón haya ordenado que funcionarios de la Red Federal de Atención Ciudadana los contactara para expresar sus condolencias y darles “el apoyo en todo lo necesario”.

Lo sucedido no puede calificarse como un uso excesivo de la fuerza.  No hubo ninguna circunstancia objetiva que provocara que los soldados dispararan en contra del vehículo de la familia.   En el incidente no estuvieron en riesgo la integridad física ni los derechos de los soldados o de terceros que justificaran el uso de las armas.  

¿Un lamentable error como lo calificó la Sedena? No.  Definitivamente no.  Más bien se trató de un homicidio. 

El secretario técnico del Gabinete de Seguridad, Alejandro Poiré, informó que tanto la Secretaría de la Defensa Nacional como la Procuraduría General de la República conforme a sus atribuciones han iniciado procesos de investigación.

Por estos hechos, la Procuradurìa General de la República integró  la averiguación previa PGR/NL/ESC-V/1958/D/2010.   Bajo el criterio expresado por las autoridades con relación a este hecho,  ¿investigaran a los responsables por conductas erróneas en el desempeño de funciones militares o algo así?

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