El homicidio de tres personas, dos de ellas empleadas del Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, ocurrido en esa ciudad fronteriza, llevó a la Dirección General de Comunicación Social de la Presidencia de la República a emitir un comunicado que refiere que “El Gobierno de México lamenta profundamente los asesinatos…”
Si, efectivamente, esas muertes merecen lamentarse. Como cualquier pérdida de vidas humanas. Sin distinción de ninguna clase.
Por ello llama la atención el énfasis del comunicado de la presidencia sobre ese grave incidente. Molesta por su intención de fondo. Incomoda porque con esa publicación se discrimina a los cientos, los miles de muertos que la violencia ha causado en el pais.
La situación en Juárez ha provocado expresiones verbales encontradas, contradictorias, en el discurso oficial. La primera reacción a la masacre de adolescentes ocurrida en esa ciudad fue estigmatizar a las víctimas. Ahora tras la muerte de los estadounidenses, el citado comunicado.
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