El convenio entre los dirigentes nacionales del PAN y del PRI, para que el primero no forme coaliciones electorales en el Estado de México en el proceso local del 2011, muestra como para los políticos el interés nacional es una especie de mercadería.
Según lo reconoció Cesar Nava, presidente del CEN del PAN, el citado convenio lo firmó a cambio del voto a favor de los senadores priístas al paquete económico del gobierno federal para el 2010.
Independientemente de cualquier calificativo que mereciera ese acuerdo, que por la naturaleza de lo comprometido fue firmado en los oscurito, innegablemente representa un acto perverso. Fue un intercambio para dañar intencionalmente a la población del país.
Por lo que se observa del contenido convenio, sin citar al PRD, por ejemplo el PAN daba su palabra de no formar coaliciones con partidos cuyos principios e ideología fueran contrarios a los suyos. Aunque el PRI adquiría ese compromiso, la revelación de una contra prestación no consignada en el documento –la aprobación del paquete económico calderonista por los senadores priistas- muestra que el sujeto mayormente obligado entonces era el PAN.
Que si la naturaleza del convenio es legal o no. Que si tenía la intención de no complicar las aspiraciones presidenciales del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto. Que si “chamaquearon” al presidente nacional del PAN. Todo eso en realidad es irrelevante frente a la verdadera intención que llevó a su firma.
La dirigencia nacional priista se obligaba a que sus senadores –viéndolo a la luz del convenio si serían sus senadores, de quienes podría disponer a su libre potestad- votaran a favor del paquete recaudatorio del gobierno federal.
El PRI se sujetaba a la condición de ayudar a la ineficaz administración del presidente Calderón a volver a cargar el peso de la crisis en la mayoría de la población. A hundir más en la pobreza a millones de habitantes del país.
Se trata de un concurso de voluntades, así de simple y sencillo, para partirle la madre a los mexicanos. No se puede expresar de otra manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario