En Tamaulipas, un millón 70 mil personas viven en lo que se denomina pobreza multidimensional, es decir que su condición de marginación está relacionada no solo con carencias de ingresos sino también con privación de satisfactores en sus necesidades de alimentación, vivienda, acceso a los servicios de salud y de educación, entre otras.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el estado hay 910 personas que viven en pobreza multidimensional moderada y 160 mil en pobreza multidimensional extrema.
Un número dramático lo constituyen aquellos tamaulipecos que enfrentan carencias que les impiden acceso a la alimentación. En este tipo de privación se encuentran 370 mil personas, que están incluidas en la categoría de pobreza cuyos ingresos están por debajo de la línea de bienestar mínimo.
En el proceso electoral en marcha, cualquier candidato que tenga acceso a esta información seguramente encontrará material valioso para montar una estrategia de comunicación con los electores. En esos datos tendrían una herramienta útil para la disputa del mercado electoral.
El Coneval identifica a 560 mil habitantes del estado con al menos tres carencias sociales. Casi 900 mil no tienen acceso a los servicios de salud, otras 560 mil están en rezago educativo, mientras que 400 mil enfrentan problemas de calidad y espacios de la vivienda.
De acuerdo con este organismo 1 millón 740 mil habitantes del estado tienen carencias de seguridad social. Aunque Tamaulipas está identificado como una entidad con pobreza multidimensional moderada, de cualquier modo es impresionante saber que un millón 310 personas tienen ingresos inferiores a la línea de bienestar.
En este contexto, las cifras muestran que 2 millones 150 mil habitantes del estado presentan al menos un tipo de carencia social.
Esos miles y miles de tamaulipecos, concentrados en la sobrevivencia diaria seguramente no se darán cuenta que estarán en boca de los candidatos en las campañas políticas por arrancar para la elección de gobernador, diputados y ayuntamientos.
Afanados por reducir sus angustiantes carencias no se percatarán que se convirtieron en asunto toral de quienes se disputarán el voto ciudadano tratando de tocar, maliciosamente, las fibras más sensibles de los electores.
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