viernes, 16 de abril de 2010

EL VULGO PANISTA

Al titular esta entrada no quise referirme a la acepción general de la palabra vulgo con la que se identifica al común de la gente popular, sino a su  significado que señala al conjunto de personas que no conocen más que la parte superficial de una materia.
Así entonces podemos ver que por sus acciones en  la política y en el gobierno, existe el vulgo panista.  Hay abundantes muestras  de ello.   Su falta de pericia, de habilidad, de práctica, de inteligencia, es evidente en ambos quehaceres.
Esas limitantes de los panistas, propicia que sumadas a los maliciosos afanes de dirigentes y políticos de otros partidos, especialmente del PRI para evidenciar su condición de vulgares, han metido al país en un enredo de proporciones mayúsculas.
Su calidad de novatos en la circunstancia de ser partido en el gobierno permitió la revitalización del tricolor, que ahora se apresta para ir con todo para recuperar el Poder Ejecutivo.  Para recuperar la plaza no se detendrán ante nada, incluso si en ello se llevan al país entre las patas.
En el 2000, el hartazgo provocado por un sistema político que lastimó de muchísimas y vergonzosas maneras a la población provocó el inicio de la historia de la alternancia partidista en la presidencia de la República.
La llegada de Vicente Fox al poder ejecutivo despertó una luz de esperanza para millones de mexicanos. Pero éste, pronto, casi de inmediato,  demostró que era vulgar en las dos acepciones de la palabra.  El ejercicio del poder desnudó a un hombre con grandes limitaciones.
Con Felipe Calderón la situación no es mejor.    Debido a su escaso bagaje con relación a la enorme responsabilidad de la conducción económica, social y política del país, Calderón y su equipo, tanto en el gobierno como en el PAN, han contribuido en gran manera al desbarajuste que  padecemos.
Aunque en su descargo, obvio es, el resto de los actores políticos, principalmente en los partidos y en el Congreso de la Unión, también tiene una corresponsabilidad inexcusable.  De cualquier modo  el  verdadero problema, el realmente importante, es que  todos ellos al resto, nos siguen jodiendo.

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